Brindemos por los que se van

Uno tras otro, y nunca paran. Así son los golpes de la vida, de una vida puta.


Los recuerdos cada vez van a menos, pero siempre quedarán los mejores, los que sabes que nunca se irán. Aquellos viejos recuerdos de cuando eras feliz, de cuando la vida de sonreía y creías que te ibas a comer el mundo, los mismos que ahora te hacen hundirte en la mierda un poco más. Esos recuerdos que sabes que harán que te sientas perdido.


Cada vez que la vida te jode intentas convencerte que nada puede ir peor, pero es mentira, siempre hay algo que puede ir peor, y cuando eso se hace realidad, porque se hace realidad, ya no sabes a qué aferrarte. Te aferras a los recuerdos, pero esos recuerdos están muy lejos, tan lejos que apenas son perceptibles. 


Hay que hacerse a la idea de que en la vida no estás para disfrutar. Qué es la vida si no un mero trance hasta la muerte... Y que sin ella la vida no tendría sentido, de hecho es el único sentido de la vida. 


Brindemos por los que se van, es lo único que podemos hacer.


Hasta siempre, viejo. 

Gracias a ellos.

Estas fechas son para pasarlas con la familia, pero ¿Qué familia?. Últimamente no todo va tan bien como quisiésemos y es entonces cuando piensas que lo que de verdad importa es estar con los tuyos. Y por supuesto esos son tus amigos. No hay nada como estar con ellos tirados en el césped un día de verano jugando a las cartas y tomando unas cervezas, no hay nada como que tus amigos de presten su ayuda para todo, y esos, os tengo que decir la verdad, esos sí que son tu familia. 


Cuando te ves tan hundido en la mierda que no crees que puedas salir adelante ellos te hacen reír, hacen que olvides todas tus tristezas y te das cuenta de lo importante que son para ti. En esos momentos te das cuenta de que sin ellos lo tienes jodido.


 En esos momentos en los que la vida te da la espalda es cuando ellos te echan una mano y te das cuenta lo afortunado que eres por tenerlos,y no nos engañemos, sin ellos nada sería igual. Les cuentas tus problemas y ves como todos, al unísono, se prestan a ayudarte. Aunque ellos se piensen que es insignificante, tú te das cuenta de que es una de las cosas más importantes que puedes tener, su inestimable ayuda. Esa ayuda que esperas poder devolverles algún día, aunque sepas que nunca se lo podrás recompensar.


Tal vez sea la botella de vino y la media botella de vodka que me he bebido pero son estos momentos los que te hacen ver que no puedes vivir sin ellos. Y, es que, amigos míos sois muy, pero que muy grandes. 


Y que decir de la persona que siempre te está apoyando día tras día, hora tras hora y minuto tras minuto. Sientes que nunca podrás devolverle todo lo que ha hecho por ti y que sin ella pocas cosas tendrían sentido. Con es persona con la que esperas pasar los mejores momentos de tu vida.


Todos, todos, son mi familia, y joder, no veáis cómo les quiero. 


Un amor para todos.

No importa el después

Clavas la mirada en mis ojos, todo se paraliza, tus labios me rozan con un tacto divino, acaricio tu sedoso pelo mientras pienso; después, qué importa el después si toda mi vida es el presente.